Nadar es parecido a volar, al estar sumergido en el agua, el peso de nuestro cuerpo se reduce notablemente. Esto favorece claramente la actividad del sistema cardiorrespiratorio y muscular.
La sensación de relajación es única, no hay impacto para tus articulaciones como cuando corres, es beneficioso en todos los sentidos, cualquier persona lo puede practicar, cualquier edad es la ideal, recomiendo aprenderlo con alguien que maneje la técnica correcta y así evitar lesiones, una vez aprendido no se olvida.
La edad para aprender es de los 3 a 4 años los niños ya son capaces de nadar, quizá no con total perfección, pero al menos pueden flotar en el agua y mover manos y brazos, aunque sea al estilo perrito.